Es difícil llegar a uno mismo. Tal vez porque también es difícil hallarse en situaciones desacostumbradas en las que sentirse absolutamente desamparado. Éste es el problema: todo se nos ha hecho demasiado habitual, todo está siempre dispuesto. Y es que sólo las situaciones, digamos, "aporéticas", aquellas en las que nos encontramos totalmente desprovistos de recursos, son las que, cerrándonos el mundo exterior, nos obligan a franquear los límites de nuestro interior.
Nadie penetra en la profunda oscuridad de sí mismo si no es forzado por las circunstancias.
Chantal Maillard. Diarios indios. Valencia, Pre-textos, 2005.
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